lunes, 31 de enero de 2011

Día 13: de los Buenos

Ayer se fue Evan. Subimos porque llenaría su botella con jugo y yo pasaría a comerme un pan con queso y jamón. Siempre hacíamos eso los fines de semana. Como Yessenia es su jefa, le pedíamos permiso e íbamos a la once a relajarnos un poco. En el grupo también está Cristián, un ex cajero, ahora supervisor de fin de semana. Un buen elemento, como nos dice Monica. Pocos condoros, mucha venta y demasiada responsabilidad. La apoyabamos como supervisores y eso terminó por destacarnos sobre la media. Después yo me fui a informática y Cristián fue ascendido a supervisor. Evan se quedó en cajas. El tiempo pasó y comenzamos a conocer a la empresa y su modo de trabajar con los empleados. Su trato. Fue ahí cuando empezó el desencanto.

En dos días nos vamos a Tomé con Jack. Ya está todo listo. A ratos voy ordenando el bolso, sacando las poleras y los boxers, mientras ordeno el cuarto de estudio porque hoy vendrá Nathalia a visitarme. Con la Gorda (le digo Gorda, porque ella siempre me dice Gordo, de cariño. Pero en realidad es una morena de un cuerpo envidiable) desde hace semanas que estábamos organizándonos para vernos, pero por esas extrañas cosas de la vida no lo lograbamos. Ahora, como yo me voy para Concepción, y quizás no vuelva como en dos semanas, vendrá a Las Lomas para pasar la tarde acá. Pero volvamos a lo del viaje. Llamé a Elizabeth el domingo desde la pega, porque después no la podré llamar hasta el miércoles, cuando lleguemos allá. Dejamos todo en claro lo que haremos y donde nos juntaremos. Totalmente anexo, me contó que había hablado con Felipe, después de cinco meses.
"Me llamó super tarde en la noche. Le contesté y cuando oí su voz se me revolvió todo el estomago. Nunca pensé que después de tanto tiempo me iba a volver a llamar"

Al principio, daban bonos por ventas y otras cosas. De a poco esos beneficios fueron sacados del sueldo, y éste bajó demasiado. Después era necesario que autorizaran las horas extras para poder recibir el pago correspondiente por ellas, y si tu jefe no lo hacía, no te las pagaban. Evan comenzó a desmotivarse por esto y muchas situaciones más. Comenzó a faltar y a mostrar su desagrado frente a la pega. Y lo entiendo. Al final, lo único que nos mantiene unidos ahí es que hay plata segura a fin de mes, a demás de estar en un grato ambiente de trabajo. Pero no se trabaja con ganas, y los que eran un buen elemento lo dejan de ser al no ver resultados frente al esfuerzo efectuado. Evan era de los buenos y la empresa no lo supo cuidar. Por lo mismo, los Buenos serán sólo leyendas. Nada más
Ahora parte a buscar sus sueños como actor, siendo recordado como uno de los Buenos.

Soñé que volvía con Pelirroja. Cuando desperté, recordé que hace mucho tiempo que no me acordaba de ella. Fue extraño y volví a sentir esa sensación de vacío cuando me hallé perdido en la cama. Pero la calma volvió y traté de explicarme por qué tan nauseabundo sueño. 
"Cuando corté, vi unos vídeos que tenía con él y me acordé de las güeás que nos reíamos y de lo bien que lo pasábamos. En realidad, no podíamos estar juntos. Él era de esos güeones que les gusta güebiar con muchas minas al mismo tiempo y yo no tenía tiempo ni cabeza pa' mamarme malos ratos" me dijo Elizabeth.
"¿No te pasó nada después de escuchar su voz?" le pregunté.
"Nooo. Uno a veces se acuerda. Eso es normal. Sólo fue la impresión de su llamado tan inesperado"
"Quizás nadie espera que lo vuelvan a llamar"
Estoy seguro que mi subconciente se acordó que Felipe llamó a Elizabeth y por eso soñé.

Mañana me voy a casa de Jack. Quizás no escriba por todo el periodo de vacaciones.  

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