viernes, 14 de enero de 2011

Día 6: Los Otros

A través de los milenios, habrán millones de cosas que simplemente no tienen explicación. Desde los sucesos más extraños hasta los más comunes, ocurriendo a cada instante, quizás más veces que las cosas que sí tienen explicación. La vida misma no tiene explicación.

Karina planteó una hipótesis sacada de los libros más terroríficos de King. Una hipótesis que removió del cementerio de ideas en lo más profundo de mi mente y que nunca la había querido nombrar por miedo a que sonara descabellada. Pero en nuestro mundo  de conversaciones y teorías nada es descabellado. Aquí todo es al revés. Lo feo es bonito y lo malo es bueno. Así que lo que dijo encajó espeluznantemente bien en el rompecabezas que aún estamos armando, pero no dejaba de ser terrorífico.
"Sé que va a sonar loco" me escribía "Pero a veces siento que las cosas que pienso o deseo se vuelven realidad"
Reí detrás de la pantalla, pero luego recordé que hace un tiempo yo le había estado dando vuelta a la misma idea.
"¿Así como controlar la realidad?" le pregunté, rogando que no contestara lo que tenía que inevitablemente contestar.
"Sí" escribió "Es como controlar la realidad... pero eso es imposible ¿Cierto?" me preguntó.
"Quién sabe" le dije yo "Lo que nos pasa no tiene explicación. Aprender a controlar la realidad sería otra cosa sin explicación"

Tratar de buscarnos explicaciones es una perdida de tiempo. Nosotros ya no la buscamos y tampoco buscamos explicación a las cosas que nos pasan. Sólo queda aceptar y vivir lo que ocurre, porque vida hay una sola. Somos los otros entre billones de personas. Pululamos por ahí hasta dar con otro igual y hacer que el viaje sea mas confortante cuando se camina de a dos.    



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