En la vida hay... hay dos tipos de límites. Están los que se cruzan todo el tiempo y no cambian nada y los que se cruzan una vez y lo cambian todo. Es casi imposible impedir cruzar los primeros, ya que tan sólo al levantarse por la mañana se está cruzando un límite. Así de simples e insignificantes. Son como los segundos del tiempo. No son tomados en cuenta como las fechas, pero existen para que estas otras existan. En consecuencia, aquellos inverosímiles límites que cruzas constantemente, viven para que llegues a cruzar ESE límite que lo cambiará todo. La diferencia es que sabes que ocurrirá si lo cruzas y qué se perderá en el acto.
Yo observé como cruzaban el límite y en tal hecho me perdieron a mí.
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