Nunca te voy a poder despertar con el aroma de la leche y el café hirviendo en un tazón. Las cortinas no flameran bajo el alelo de los rayos del sol al alba. Esa sonrisa no estará. La mirada de agradecimiento. Y es que sabes decir todo con tus ojos.
No caminaremos eligiendo los regalos de Navidad, riendo del ajetro de la gente. Nuestras manos no colgaran cuando busquemos cosas distintas en la tienda. No podremos decidir que llevarle a mi mamá. No podras decir que lindo collar.
Nunca podré decirte todo lo que me encanta el mar que está frente a nosotros. Que casi una vez me ahogé en él y aún lo considero un padre. No te acurrucarás en mi hombro y no te quedarás sin palabra. No te podré besar e invitar a volver a la cabaña que juntos compramos.
Serás siempre el sueño que se quiere volver a vivir después de despertar.
Serás la mañana de mi cumpleaños.
Serás todo lo que desee.
Pero nunca vas a estar.
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