domingo, 13 de noviembre de 2011

Día 107: El Informe

¿Has tenido esos sueños con mil historias? Esos que empiezan con un paseo en la playa y después una muerte en Alameda con Vicuña. Así de raro. Bueno, si pensamos bien las cosas, la realidad no se diferencia tanto de los sueños. En la mañana eres cuerdo y moral, y en la noche estás metido en grandes problemas. En la mañana tienes el control y al atardecer te has desbarracando del camino.

"La guatona Candy" me pidió hacer un informe de proporciones universales. De eso hace unos tres meses. El informe vio la luz y se convirtió en la página informativa de la administración del local. 
Cuando llegó María de sus licencias, tomamos la decisión de enseñarle a rellenar el informe para así entregarselo a los jefes temprano en la mañana. De eso hace tres días y aún está practicando.
Hoy como es el inventario general, entraré a las dos. Pero entrar a las dos no me salva de trabajar a distancia. Sí, soy de esos a los que llaman si es que hay alguna emergencia en el sistema del supermercado, no importando la hora y si estoy sentado en el baño. 

Entonces hoy estaba soñando que tenía sexo cuando en escena apareció don Alex preguntandome con el seño fruncido de dónde había sacado la información que había puesto en el informe. No le alcancé a explicar, cuando desperté y la tenue luz del día nublado me golpeó la cara. Como pasa hace días, ningún recuerdo se posó en mi mente. Estaba en blanco, como un vegetal, tirado en la cama. Fue cuando el celular encima de mi velador comenzó a vibrar. "Por la cresta" pensé. Lo tomé y vi el número. Desconocido. Y desconocido significa pega. Contesté. Era María.
"Karev, disculpa que te moleste" me dijo timida desde el otro lado.
"No te preocupes, Mari. Dime que te pasó"
"Lo que pasa es que estoy haciendo el informe de ventas para los jefes y parece que me equivoqué en algunas ventas" me dijo con voz temblorosa.
Entonces recordé a don Alex con el seño fruncido.
"¿De dónde sacaste esta información, Karev?" me preguntaba al mismo tiempo que la mujer entre mis brazos desaparecía.
Me sonreí. Sólo pude sonreirme.

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