Rara vez somos capaces de hacernos esa pregunta.
¿Qué hemos dejado plasmado para decir "Esta es mi historia"?
¿En qué momento dejamos de ser el factor sorpresa en los cuentos de los demás?
¿Cuando dejamos de escribir nuestra propia historia?
Quizás en algún momento perdemos la fe en que las cosas pueden ser como las imaginamos y simplemente nos dejamos llevar por la corriente de la vida y el tiempo. Olvidamos por un tanto el significado de dignidad y nos invade el sabor dulce de los vicios y los deseos falsos de la mente. Nos mentimos para fingirnos una realidad que parece ser buena, pero que al fin y al cabo no nos llena.
Como dijo un cantante, todas las noches son como una tarde de domingo por llover.
Hay veces que la vida no me llena y ahí es cuando hago lo posible para que pueda estar bien :)
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