jueves, 2 de junio de 2011

Día 63: Neta Oscuridad

Primera Parte

Al despertar, Amanda lo primero que hace es recordar el olor a leche fresca en la nariz de su pequeña bebé. El sol colándose entre las cortinas rosadas de su cuarto. La sensación de que son las cuatro de la tarde. Las sábanas blancas. Su risa angelical. Y luego todo es neta oscuridad. Esa extraña sensación de desesperación y ahogo la invaden al principio, luego se relaja y recuerda por qué está ahí.
De repente se escuchó un gemido de espanto. Ese ruido de susto al despertar de una pesadilla, como volviendo de la muerte. Luego el sonido del tanteo de las manos en la oscuridad. La agitación de los pulmones al no poder ver nada, pero absolutamente nada.
"Tranquilo" le dijo Amanda.
"¿Quién es?" preguntó la voz de un joven asustado.
"Ya despertó" dijo otro tipo en entremedio de la oscuridad absoluta.
"¿Dónde estoy?" preguntó acelerado.
"Tranquilo. Te sedaron y te trajeron aquí..." trató de calmarlo Amanda.
"¿Por qué hay tanta oscuridad? No veo nada"
"Porque tenemos que estar en un cuarto muchos pisos bajo tierra" dijo la voz de un hombre mayor "Así que la luz no llega y por lo mismo no vemos nada... absolutamente nada"
Su agitada respiración pareció calmarse paulatinamente. Su mente estaba asimilando la información brindada por las voces de aquellas personas que estaban atrapadas en el cuarto con él. Sin embargo, dentro de su mente había una realidad latente más poderosa, diciéndole que él no debería estar ahí. Él no pertenecía ahí. Su voz no era la suya. Tampoco el porte de su cuerpo, el cual podía percibir aunque no lo pudiera ver. Aquello lo descolocó de sobremanera y la desesperación lo abordó otra vez.
"Esto no puede estar pasando" comenzó a repetir una y otra vez "Esto no puede estar pasando. Es imposible... Debo... debo despertar. Debo despertar. Debo despertar ahora" decía con voz temblorosa.
"¿Despertar?" le preguntó el primer hombre que había hablado, un tipo de voz tosca y burlesca "Has estado dormido las últimas 48 horas... ¿Y querí despertar?"
El otro hombre presente soltó una pequeña risita.
"Le pasó lo mismo que a mí cuando desperté" agregó "También pensé que estaba en un sueño. Quizás nuestro cerebro no está acostumbrado a tanta oscuridad y por lo mismo pensamos que estamos en un sueño, pero no es..."
"¡No!" exclamó el joven apunto de llorar "Esto es sólo una pesadilla más de todas las que he tenido esta madrugada. Me quedé dormido sobre mi cama después de cinco noches sin poder dormir. Y desde entonces no he parado de tener estas terribles pesadillas relacionadas con los vídeos que vi"
"¿Videos?" le preguntó Amanda.
"Está loco este compadre" dijo el hombre de mayor edad.
"Tengo que despertar" volvió a decir...

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