martes, 3 de mayo de 2011

Día 50: Taquicardia

Parte Dos

Un tímido beso. Sus ojos tienen ese cautivante brillo, que llegaba a hacer que se perdiera en laberintos penumbrosos. Delgada, pero tangible. Jack sonreía burlesco al lado de él. Salieron sin decir nada. Era el juego previo: no pescarse, para después pescarse. El centro de la ciudad era movido a esas horas de la noche; los vehículos se desplazaban a alta velocidad, llenos de diversión y conversaciones, dirección Bellavista. Los trabajadores arropados por el frío de madrugada, se agolpaban dándose calor entre todos bajo el paradero, esperando la troncal que los llevará en una hora de viaje de regreso al tan anhelado hogar, imaginando la escena de sus hijos durmiendo bien tapados. Los edificios iluminados por sección y ventanas con cortinas sucias forman el camino hacia la carretera. 
Esa noche se fueron caminando.

Karev cerró nervioso la ventana de conversación en Facebook.
"¿Qué onda?" le preguntó Guzt.
"Ella pololea. En enero se casarán. No puedo seguir con esto"
Guzt quedó boquiabierto, no entendiendo la estúpida e ingenua actitud de él. A su parecer, lo que sucedía no era algún tipo de pecado capital. Era sólo diversión. Un rato de goce.
"Estás siendo demasiado extremista" le dijo, abriendo nuevamente la ventana "Déjame esto a mí"
"Como quieras" contestó Karev y salió del cuarto.

Jugaron al alcohólico y destructivo juego llamado "La Cultura Chupistica". En realidad así partieron. Jack no se caracteriza por ocupar lo que sabe en situaciones de presión, así que perdió en reiteradas ocasiones. Los compañeros de David, de variadas edades y situaciones sociales, hicieron el peso en el juego. Guzt no se guardó ningún arma y sacó a relucir todo lo que sabía en cultura. Ella perdía de adrede, quizás. En el departamento, cercano a estación Santa Ana, había de la fermentación que se pidiera. Pero lo que más se bebía era whisky y tequila. Una poderosa y nociva combinación.
En eso, viene el momento en que de repente algunos se paran al baño, se forman grupos de conversación, de un lado hay risas, en el otro hay seriedad y otros desaparecen. Un güeón te habla como si se conocieran de toda la vida. Guzt se reía con los compañeros de David y debes en cuando conversaba con ella. En un rato más partirían a la disco. Ahí iban a bailar, a rozarse y besarse ebrios como siempre ocurría, olvidando todo el dolor. 
Fue cuando entre rizas y críticas de cine, que Jack y ella desaparecieron de escena.

"Ayer hablé con ella" le dijo Joselyn a Karev "Parece que la cosa va en serio"
"No creo" respondió Karev ecéptico "El otro día le tiré un palo pa' ver si picaba, y me respondió negativamente"
"Estás mal, Karev. Ayer hablamos y me dijo que no sabía como responder a las cosas que le decías. Acuérdate que nunca a gorreao al marido. Tú sabí que a todos les cuesta la primera vez po'"
Hubieron rizas espontaneas por la talla.
"Entonces la trataré con delicadeza" dijo Guzt, apoderándose del teléfono.

Gutz prometió perder interés en la desaparición de ambos. Eran grandes y podían hacer lo que quisieran. En eso apareció Jack con un rostro de preocupación.
"Guzt, acompáñame. Ella no está bien de salud"...

1 comentario:

  1. Ya llevas 50 días, avanzas super rápido primo. Saludos y abrazo. Te quierow

    ResponderEliminar