"¿Ella es tu novia?"
Nos miramos y nos reímos.
"No. Somos amigos" contestamos ambos a coro.
La dueña de la óptica no cedió terreno y enérgica vaticinó:
"Pero siendo amigos se parte"
Un año y algo después Emilia duerme entre mis brazos. Pronto nos iremos de viaje.
A veces nos acordamos de esa bruja.
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