"El Disparo es una decisión. Si alguien decide que quiere o no quiere algo, El Disparo se activa y retrocede el tiempo en 10 años. Así la persona obra para que ese algo suceda o no" me explicó.
"¿Por qué lo cree con un marco de tiempo tan grande? Si sabía que esto iba a suceder, podría haber hecho retroceder el tiempo lo suficiente para rescatar Ismael" le pregunté.
Parecía ilógico.
"No es ilógico. La vida se trata de sacrificio. Es una lucha por encontrar aquello que late con tanta fuerzas en nuestros interiores y que cuesta años entender. Como tal, El Disparo es el reflejo de la vida. Se trata de decidir por algo que nos traerá infinita felicidad, teniendo que primero vivir mucho dolor. El Disparo es un sacrificio. Tú lo creaste así y lo creaste para que solo una persona pudiera utilizarlo..."
Me miró diciéndome con sus ojos azules quién era la persona.
"Isidora" susurré.
"La tía de Ismael. La hermana menor de su madre" dijo Jesús "Ella tendrá que decidir si usar El Disparo o no. Al ser 10 años, ustedes--"
"No nos vamos a conocer" dije, sintiendo un extraño vacío en el pecho.
El Hombre asintió.
"Ustedes se conocieron hace 6 años. Ella puede decidir si eso ocurrirá o no nuevamente--"
"Espera. Esto se trata de salvar el mundo. Se trata de nuestra descendencia. No entiendo. Si Isidora elije El Disparo, podría elegir no conocerme y no habría descendencia y el mundo se acabará de todas formas. A demás ¿Qué relación tienen los hijos que tendremos con el fin del mundo?"
"Tendrán dos hijos. Un hombre y una mujer. La mujer tendrá una hija, que será la nueva salvadora. Es un ángel que llegará desde una realidad desconocida por nosotros. El portal de conexión único es el cuerpo de tu nieta. Si no hay portal, el ángel no podrá entrar y no podrá detener al creador que poco a poco muere. Será el fin. Ahora, si Isidora decide realizar El Disparo, despertará 10 años en el pasado creyendo que esta década fue un sueño. El resto de la Humanidad, ni siquiera tú, sabrá que esto sucedió. Lo de Ismael será una espina en su mente y obrará para que él no muera. De todas formas lo evitará. Con respecto a ustedes, créeme que las probabilidades de que se conozcan son altas. De hecho, cuando te vea por primera vez en el metro, va a sentir muchas más cosas que cuando lo hizo la primera vez"
La explicación me tranquilizó. Y no por el hecho de saber que si nos conocíamos salvaríamos el mundo, si no el saber que aunque el tiempo retroceda nos íbamos a volver a encontrar. Sin embargo, la idea seguía siendo aterrorizadora.
"Debes irte, Alen" me dijo de pronto "Isidora está en su cama. No se puede poner de pies. Ella te necesita"
Me miró diciéndome con sus ojos azules quién era la persona.
"Isidora" susurré.
"La tía de Ismael. La hermana menor de su madre" dijo Jesús "Ella tendrá que decidir si usar El Disparo o no. Al ser 10 años, ustedes--"
"No nos vamos a conocer" dije, sintiendo un extraño vacío en el pecho.
El Hombre asintió.
"Ustedes se conocieron hace 6 años. Ella puede decidir si eso ocurrirá o no nuevamente--"
"Espera. Esto se trata de salvar el mundo. Se trata de nuestra descendencia. No entiendo. Si Isidora elije El Disparo, podría elegir no conocerme y no habría descendencia y el mundo se acabará de todas formas. A demás ¿Qué relación tienen los hijos que tendremos con el fin del mundo?"
"Tendrán dos hijos. Un hombre y una mujer. La mujer tendrá una hija, que será la nueva salvadora. Es un ángel que llegará desde una realidad desconocida por nosotros. El portal de conexión único es el cuerpo de tu nieta. Si no hay portal, el ángel no podrá entrar y no podrá detener al creador que poco a poco muere. Será el fin. Ahora, si Isidora decide realizar El Disparo, despertará 10 años en el pasado creyendo que esta década fue un sueño. El resto de la Humanidad, ni siquiera tú, sabrá que esto sucedió. Lo de Ismael será una espina en su mente y obrará para que él no muera. De todas formas lo evitará. Con respecto a ustedes, créeme que las probabilidades de que se conozcan son altas. De hecho, cuando te vea por primera vez en el metro, va a sentir muchas más cosas que cuando lo hizo la primera vez"
La explicación me tranquilizó. Y no por el hecho de saber que si nos conocíamos salvaríamos el mundo, si no el saber que aunque el tiempo retroceda nos íbamos a volver a encontrar. Sin embargo, la idea seguía siendo aterrorizadora.
"Debes irte, Alen" me dijo de pronto "Isidora está en su cama. No se puede poner de pies. Ella te necesita"
Continuará...
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