martes, 5 de julio de 2011

Día 74: Nuevas Memorias

Pega, casa, pega, casa, día entero en la casa, pega, casa, pega, casa, pega, casa, pega, casa, pega, casa, día entero en la casa, pega, casa, pega, casa, quizás un copete. Tal vez un baile toda la noche. Quizás besos... sólo quizás. El día entero con la caña. Pega otra vez. La casa está donde mismo. Y todo esto multiplicado por seis meses. Ya debe ser un poco más. El sol sale timido. Después se suelta el mariconzote y comienza a quemar la faz de las Lomas. Debes en cuando las nubes le arruinan el show y pintan sobre el cielo obras de artes como las de hoy en la mañana. Debes en cuando la vida me da un nuevo recuerdo. Una visita de Belinda. Los tiernos ojos de Isabella rindiendose. La filosofia de Jack. Y vuelve otra vez a reproducirse la misma cinta: pega por la mierda, un rato de descanso en la casa, otra vez la pega y todos buscandote el error; la quinta pata al gato, una pelicula en casa... la pega otra vez. Multiplicado por muchos, muchos días. Mi memoria es volatil. Me acuesto y todo lo del día anterior se borró. Me levanto y mi cerebro, como con el switch del modo automatico activado en on busca el último recuerdo que viví y es más recurrente. Noches caminando de la mano. Incomodos momentos de silencio. Las millones de pregunta en las que me ahogué cuando todo acabó. El arrepentimiento por haber sido mejor. Los únicos archivos legibles alojados en mi cerebro son aquellos ratos en que reíamos por cualquier estupidez. La cinta corre. Mi imaginación dibuja el momento en que me llama y me dice "¿Podemos hablar?" y corre a mis brazos sin decir nada. 
Me golpeo y me digo No. Basta.

"No he creado nuevas memorias" le dije a Jack "Debes en cuando estoy solo y me acuerdo de güeás o voy por la calle y revivo momentos de la nada. Y es porque no he vivido nada que sea más allá de estar en  la pega o la casa. Es siempre lo mismo y mi cabeza no se hace problemas y asimila todos esos días en un sólo recuerdo. En cambio, lo que pasó antes de estos seis meses lo recuerdo como si hubiese ocurrido ayer, dejandome experimentar sensaciones y aromas..."
"Es el problema de no poder tener la mente distraida en otras cosas" dijo él, fumando de su cigarro.

La mente es como un toca disco trabado. Cuando no lo estés ocupando, irá a esos últimos recuerdos que te marcaron para siempre y los pondrá frente a ti. Nunca puede estar sin tocar algun compás.
Pobre de ti si no has creado nuevas memorias.

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