Los dejo invitados a leer la cuarta parte de la historia de zombies, dividida en seis parte. Como siempre gracias y espero la disfruten.
620 días Antes
Ciego. Es la una calificación que me podía dar. Estaba en mi Mazda batallando con el pedazo de cordura que me quedaba. Fue facil derrotarla. Crucé la calle sintiendo como poco a poco los sonidos iban abandonando mis oídos. El único sentido que me tenía de pies era el de la ira por la venganza de mis padres.
620 días Antes
Ciego. Es la una calificación que me podía dar. Estaba en mi Mazda batallando con el pedazo de cordura que me quedaba. Fue facil derrotarla. Crucé la calle sintiendo como poco a poco los sonidos iban abandonando mis oídos. El único sentido que me tenía de pies era el de la ira por la venganza de mis padres.
Abrí la reja. Creo que oí ladrar a un perro. Embestí la puerta y lo único que recuerdo es ver al chófer del camión que asesinó a mi familia sorprenderse al verme entrar. Al parecer su señora gritó del espanto. Yo sólo le conecté un puñetazo en la mejilla derecha que le torció el cuello bruscamente. Y luego perdí el control azotando su cara contra la mesa de madera, la cual procuré partir en dos.
Día 6, Parte 4
Día 6, Parte 4
"¿Saben algo de ellos?" le pregunté al piloto, observando la escalofriante escena.
"Nada. Sólo sabemos que hay grupos de doctores, científicos y militares reunidos en Concepción y La Serena tratando de averiguar qué fue lo que liberaron" me explicó.
"¿Liberaron?" le pregunté "Entonces fue intencional"
"Sabemos que fue en un supermercado. Los encerraron a todos y dejaron liberar el virus" me contó "Inclusive tenemos a sobrevivientes que trabajaban ahí y trajeron consigo uno de los galones que ocuparon para disparar la toxina"
"Un atentado" agregué.
"Por desgracia" dijo John con el rostro desfigurado, observando una escena que quizás nunca imaginó le tocaría observar.
Frente a la extensa muralla de cal blanco que protegía a la escuela de aviación, estaba la Gran Avenida toda cubierta de vehículos de todos los tipos, apilados con desesperación y sin mediación, como peleándose por un lugar en el espacio. La imagen de todos queriendo llegar a la entrada, silenciosa y fantasmal, se perdía en los confines de la visión. Quizás habían mas de mil. Era el resultado de la llamada a escapar vía área de la ciudad. Era el resultado del atentado.
"¿Cómo alguien puede haber hecho algo así?" se preguntó de pronto.
"¿Te extraña?" le dije "Mira lo de las Torres Gemelas. Las estaciones de metro en Madrid. El doble atentando en Noruega, con ese hombre disparandole a todos esos jóvenes en la isla. Todas esas situaciones y lo que sucedió aquí, tienen orígenes y objetivos un tanto parecidos. Lo distinto es que esto se salió de control y aún no se detiene"
El silencio de los autos estacionados en las afuera nos envolvió por completo.
"Espero que lo que les llevamos, les ayude para dilucidar algo con respecto a la infección" dijo de pronto.
"Y que sea luego" le dije, buscando abordar un tema que se me clavó a fuego en la mente "¿Recuerdas a la infectada que derribaste en la escalera de la casa?"
Asintió.
"La había visto antes" declaré.
Y así era. La luz del rifle de John me permitió ver y recordar al instante que aquella mujer era la misma con la cual me había topado a la salida del supermercado.
El piloto incrédulo me escuchaba.
"¿Crees que te siguió?"
"Quizás. No lo sé. Tal vez fue sólo coincidencia. Lo único que sí sé es que me miró igual que la primera vez que nos encontramos. Me analizaba. Me estaba examinando" le dije.
Ahora la mirada de John se perdió en una posible teoria.
"¿Evolución?"
"Por eso te digo que pronto sepan qué es ese virus"
Continuará...
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