Nadie le pone atención a las noticas de la tarde. Estamos preocupados de poner la mesa para el almuerzo o dándole clic al computador para que el reproductor de música corra. A veces uno se detiene a escuchar algo que le interese, para luego continuar con el hacer. Es en ese momento de ajetreo, que el concho de la familia se sienta a mirar las noticias de la tarde. No se lo dice a nadie. Tan sólo se acomoda en silencio en un rincón del sillón a escuchar y procesar lo que acontece en el país y el mundo a mediodía. Y obviamente, todo tipo de conclusión se la guarda para él al notar que nuestro interés a esa hora está pediente de otras cosas.
En uno de esos ir y venir, caché que estaban reporteando el tema de la cuaresma, entrevistando al arzobispado de la capital. El tipo, un sacerdote anciano, llamaba a los devotos católicos a realizar su aporte los días que se realice la colecta por la fecha anunciada. Fue cuando Simón enérgico interrumpió la noticia.
"¿Ese no era pedófilo?" preguntó.
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