El verano me enseñó una cosa.
Las cosas que no son importantes, suceden por mera casualidad. Las que valen la pena son las que ocurren por algo que al principio no tienen explicación.
Camina sin preguntarte porqué y deja de pensar tanto...
Es, por lo menos, lo que yo estoy tratando de hacer.
A mi me aproblema ¿cuándo saber si son importantes o no?, también pienso que las cosas pasan por algo, pero me cuesta a veces encontrar ese 'algo'.
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