Esta noche me acuesto titulado legalmente en el sistema de educación chilena. Poco emotiva ceremonia. Mis viejos sentados en las filas de sillas de más padres que orgullosos o no esperaban a que sus hijos bajarán con el cartón. Me pregunto en estos momentos si ese es el sentido de la vida, recibir un cartón, ser aludido por tus pares, ser reconocido. No es mí sentido de la vida. Entonces arriba del metro voy buscándole el sentido a todo esto. Terminaban dos años y medio de qué. ¿Son dos años y medio? ¿No serán catorce años de camino? No me quiero dejar atrapar por las encrucijadas del ser, del a dónde vamos. No soy así. Me relajo esta noche. Me tiendo sobre la cama. Después de serlo todo, soy nadie. Después de darlo todo, no tengo qué dar. Termina un ciclo larguísimo. Es algo parecido a saltar del avión ¿Abrir o no el paracaídas?
Es cuando recuerdo que estos dos años y medio sólo son la piedra de una muralla que recién comienzo a levantar. La verdad me trae tranquilidad.
Al frente varias puertas por abrir. En mi mano no hay llave alguna. Ya llegará.
te amo! felicitaciones a la distancia. viajo el lunes pa allá, espero poder verte y darte todos los besos y abrazos que te debo!!! eres el mejor :)
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