sábado, 2 de junio de 2012

Día 170: De Finales y Comienzos

Y cuando la vida me estaba convenciendo de que la historia de un final feliz era una utopía, apareces tú con tu voz de niña traviesa y declaras que ahora eres sólo mía. Vienes y me levantas en el momento que voy creyendo que mis caprichos y mi mente de niño no son la luz de nadie, y que a veces me vuelvo más hombre cuando te cuido y te juro por la santísima que todo va a estar bien. Entonces me doy cuenta que abro todas tus puertas cuando con mi voz me deslizo tibio por tu oreja y te estremeces hasta que me pides que me detenga. Tus pelos son el manto de nuestras maldades, de nuestras aventuras secretas. Tus caricias el alelo de los sentimientos mas ocultos en tu misteriosa alma.

No sé si gané. Sólo sé que la batalla terminó. Que no volverán más esas noches de lucha imaginándome a los dos, mientras que yo entre mi cama y pesadillas de terror me desvivía esperando y aguantando. Siempre aguantando. Y cuando parecía que en los siguientes mil metros de desierto no habría mar, aparecías tú y tus ojos pidiéndome un poco más. "Espérame, Karev"

Eres de tiempos largos, como de historias con extrañas tramas. Eres el pajarito al que no hay que enjaular. Ese que venía de noche y de pronto empieza a llegar al atardecer. Eres un laberinto que de pronto va abriendo camino. Eres quizás lo nunca esperé. Eres lo que nunca imaginé.

Ahora tranquilo te cojo de la mano y te miro. Tú sonríes. Sólo sonríes. No dices nada más, porque tú no eres de las que se desangra tratando de explicar lo que te pasa adentro. Entiendan que no tienen que entender. Media luna timida en tu boca. Es todo lo que necesito para ser feliz.
Me abrazas fuerte. No sé por qué. No me importa. Luego suspiras y te quedas ahí. Luego te duermes en mi pecho. El silencio se hace del lugar. A veces dices cosas mientras duermes. A veces me doy cuenta que eres todo lo que quiero y que ya no quiero buscar más.
Te quiero con toda el alma.

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