jueves, 22 de septiembre de 2011

Día 92: Una Premonición en las Fiestas

Miré la cotona, recordando la reunión en donde Don Alex había dicho que usar la cotona era importante y fundamental para que el cliente sintiera que personas con jerarquía los podían ayudar y orientar. Obviamente lo dijo porque ese día yo no había llevado la mía y su mirada de hombre ofuscado me hizo saber que para él llevar puestar la cotona era importante. Pero no sé si era necesario decirlo en la reunión. Con su mirada nada más había entendido.
El punto era que no me quería poner la jodida cotona, porque era 15 de Septiembre y era seguro que, además de poner la cara en el lineal por las cajas que funcionaron como las reverendas, iba a tener que direccionar a los clientes que no sabían donde estaba el queso rallado o los jugos en polvo. Entonces mi mente maliciosa, que nunca falla, me dijo "Di que hoy tendrás que hacer mucho trabajo moviendo cables en cajas o qué sé yo, y que por lo mismo ensuciarás la cotona y los clientes no van a querer verte todo sucio por ahí indicando donde están los jugos en polvo"
"Perfecto"
Me puse la chaleca. La cotona me miraba con pena. Me colgé la credencial. La cotona dijo que no mintiera, que era malo.
"Callate. Tú no deberias hablar"
Tomé el móvil con la pantalla trizada y bajé a la sala, dirección a Controlaría.
Debo haber estado tres minutos conversando con Joselyn, cuando el teléfono sonó. Era Yessenia.
"Karev, las cajas tienen problemas con los teclados. Se quedan pegadas"
Corrí, asustado pensando en la gente que furiosa tenía que estarse amontonando en las pobres cajas, pidiendo la cabeza del tipo a cargo porque las mierdas de equipos no funcionaban. En eso veo a un tipo alto, de peinado cuidado y mirada tranquila, metido con tornillos y un notebook debajo de mis niñas. ¡¿Quién se creyó que es para venir a tocarme Mis cajas?!
"¿Qué les pasa, Yessenia?" le pregunté sin dejar de mirar al intruso.
"Al pasar cualquier tarjeta, no las lee y más encima se quedan pegadas"
"Okey... ¿Quién es él?"
"No sé. Llegó con el Gomez y ha estado toda la mañana en las cajas"
Me acerqué sigiloso, cuidando de que no me sintiera para lograr ver qué era lo que hacía con tanta parsimonia. El tipo, vestido con una polera portadora de una insignia que rezaba "ADT", manipulaba unas cajas que habían sido fantasmalmente instaladas hace una semana, junto a pequeños cuadros de plásticos adosados a los lectores de códigos.
"Hola" me dijo girándose y observando mi credencial "Tú eres el encargado de informática"
"Si, yo le quería pregun--"
"Estoy activando el anulador de alarmas. Quizás los teclados de las cajas se te queden pegados y tendrás que cambiarlos de lugar" declaró.
Le tuve que fingir la sonrisa, mientras miraba las 25 cajas a las cuales les tenía que cambiar de lado el teclado. Tal cambio significaba tener que sacar el cable del dispositivo y pasarlo por debajo de la caja. O sea, tener que trabajar en la montonera de cables que había que desatar para poder sacar el bendito cable, y esa misma acción 25 veces.
"No voy a tener que mentirle a don Alex" pensé.

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