Segunda Parte
Cuando la tuvo semidesnuda y aún durmiendo, se abalanzó sobre ella y la tomó entre sus brazos. Emilia era quizás de su mismo porte, así que no fue fácil colgarla sobre si para llevarla hasta el baño, cuidando de que su cabeza muerta no diera con alguna pared. Mientras la cargaba, Eder lograba percibir el olor a ron y vodka que emanaba desde sus labios rosados, mezclado con la putrefacción que se había formado en su débil estomago.
Cuando la tuvo semidesnuda y aún durmiendo, se abalanzó sobre ella y la tomó entre sus brazos. Emilia era quizás de su mismo porte, así que no fue fácil colgarla sobre si para llevarla hasta el baño, cuidando de que su cabeza muerta no diera con alguna pared. Mientras la cargaba, Eder lograba percibir el olor a ron y vodka que emanaba desde sus labios rosados, mezclado con la putrefacción que se había formado en su débil estomago.
Ambos entraron al baño. El joven la dejó adentro de la tina y salió para luego volver vestido con un traje de baño. Emilia se estremecía al sentir el cortante frío de la superficie de la helada tina, tratando de salir de ahí, pero su cuerpo torpe no le respondía. Fue cuando su amigo entró al reducido espacio que hacía la bañera y entre sus manos tomó la ducha.
"Aguanta" le dijo y abrió a todo lo que daba la llave del agua Fría.
Chorros fuertes del liquido se escurrieron por todo el suave cuerpo de Emilia. Siempre había prometido cuidarlo con ímpetu y soberbia, para sentirse y verse siempre bien, y de pasadita para captar una que otra mirada. Y lo consiguió con creces. La amiga de Eder era poseedora de una curvilínea cadera, ayudada por la genética al tener un hermoso color de piel trigueño, dos bellos y simétricos senos y un deseoso trasero. A demás de poseer un rostro parecido al de una modelo inglesa. Una espectacular mujer. Mujer que se ahogaba al no poder soportar el frío y el agua cayendo en su boca al momento que Eder se la mojaba para que pudiera despertar.
La mojó por completo, hasta que la muchacha logró articular en forma correcta una palabra.
"¿Se te pasó?"
"No tan... bien" le dijo.
"¿Sabes qué día es hoy?" le preguntó Eder.
Emilia se sacó el exceso de agua en sus pestañas y nuevamente trató de ubicarse en el plano. Se descolocó al notar que estaba en el baño de la casa de Eder. Y más aún cuando supo que no tenía respuesta para la pregunta de su amigo.
Se cubrió el rostro bajo la vergüenza del momento.
"Es domingo" le dijo Eder "Y en dos horas y media más debes dar la entrevista final para entrar a la Escuela de Investigaciones"...
Continuará...
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