viernes, 14 de noviembre de 2025

Día 248: Déjame

Déjame. 
Estoy roto. No te mereces los pedazos de cristal.
Déjame.
Tus murallas cayeron. Se desvanecieron varias caricias atrás. Y vi las luces de lo que de verdad hay en el dormitorio que decidiste cerrar hace tiempo. Quieres creer, pero nadie está esperando al otro lado del puente. Nadie confirma que sí puede haber un final feliz, aúnque sea un instante. Quieres el instante, porque no crees en la eternidad. 
No te puedo brindar aquello. Quiero hacerlo. Fallezco por hacerlo. Quiero darte un domingo y una siesta, un viernes y un mar bravo, un lunes y un desayuno. Quiero porque quiero, no porque lo merezcas, no porque quiero reparar alguna historia rota. Quiero, porque quiero estar ahí y ver tus ojos cuando ocurra. Pero no puedo, corazón. Nos conocimos en el momento equivocado, en la historia equivocada. Voy volando sin un motor y no te mereces caer del cielo otra vez. 
Duele. Quema. Pero es el momento en que tengo que hacer un cambio, y va a tomar tiempo. No te puedo hacer esperar. No puedo repararme contigo esperando a las afueras. 
Déjame.
Aunque no quiera, aunque quiera que te quedes, aunque quiera tu cuerpo y tu risa, déjame. 


lunes, 27 de octubre de 2025

Día 247: El Estímulo Más Básico

Se estaban colando los huesos y sintiendo la piel ardiente. Él la buscó con un beso. Ella volvió de un pensamiento que él ya no puede permear hace años. Se hace de sus labios y ella los esconde. Él lo intenta de nuevo, pero ella rehusa. Y entonces, como polvora en una trinchera abandonada, un pensamiento explota en la mente del hombre. Unas manos van haciendo un camino de cariño y deseo. Hace poco le había llegado un mensaje; primero yo, tu historia con ella no acabará. Vuelve a la cama y a los brazos que buscan su instinto. Abajo está su mujer. El vibrato de los nervios y las venas es lo único que mantiene viva la luz dentro del cuarto de la relación de ambos. Ya no hay conversaciones los domingos después del almuerzo. Y viene otra ola a chocar las rocas; los besos escondidos lo buscan a él, lo disfrutan, lo acarician. Se preocupan de que sienta. Sentir. El estimulo más básico, sentir.
No insistió. Cedió al momento que ha mantenido viva al a Humanidad durante milenios. Su cuerpo hizo el trabajo. Su mente estaba en el metro, jugando a los abrazos. 

jueves, 22 de mayo de 2025

Día 246: Sanar

Algo de físico debe tener la mente. Debe depender de algo tangible. No puede ser sólo un concepto.
En la mañana mi mente no quería levantarse. Estaba en recuperación. A mediodía recibió dosis de conversación y amor de familia. En la tarde, después de la siesta, se sintió mejor.
Se debe reparar también, como los huesos, como la piel. Se regenera siento, porque de pronto todo es oscuridad y también es luz.
Se sana.

martes, 13 de mayo de 2025

Día 245: El Brasero

Cayó una nube sobre las casas esa mañana. El sol no llegó. Se puso un poleron de polar barato. La falda no la cuestionaba nunca. Le sumó unas panties y los lentes de gran aumento sobre la nariz.
"Caramelo. Propóleo. Audífonos. Chicle"
El dolor de piernas de hace meses la acompañaba y el frío lo hacía más intenso. Ya habían pasado cien rostros. Uno que otro se detenía y miraba su mercadería, más no a ella. Había un "gracias" a regañadientes.
Se paraba a la entrada del Metro. Los guardias ya no la dejaban entrar. Ahí la envolvía el aire caliente que emanaba desde las profundidades de la estación. Si cerraba los ojos, podía ver el fuego del brasero de la casa de su mamá. La lluvia pegándole a la ventana. Un tazón de lata caliente con leche grumosa. No le dolía el cuerpo, sólo las penas en el corazón.